Si te cruzas con algún fantasma aquí adentro, simplemente ignóralo; pero si se pone fastidioso, recítale algún verso en voz alta, que con eso será suficiente... (Si te toman por loco, no es culpa mía.)

lunes, 22 de abril de 2013

El poblado de mis sueños




Cuando en medio de la noche,
sobre mi pétreo cuerpo derribado,
los ángeles del sueño
dibujen en mi rostro una sonrisa,

Cuando mi pecho enmudecido
exhale un quejido de claveles
y muy adentro de mis sombras,
en sus fauces su fervores se agiganten,

Cuando mis firmes piernas
se vuelvan más firmes todavía
y como un fantasma descosido
mi cintura se voltee y se disloque
en busca pánica
 de tus umbrías diamantinas,

Cuando mis tenues párpados dormidos
 dentro de mis mantas perfilen
 vagos caminos de cofradías insensatas,
 sinuosos recuerdos de dorada pantera
o vuelos de inmemoriales aves azuladas,

Cuando viajando hacia mi centro,
muy adentro del abismo de mi alma,
un músculo de fervores desquiciados
vaya poblándome de frenéticos jardines
y una violenta y pesada lluvia
 acaricie mis más íntimos,
 gruesos y furiosos cálices de hombre,

 Será entonces que en medio de esas flores lacrimosas
revolcado entre espinas y ademanes
con las formas  insensatas de  un suicida enamorado
 la lujuria de mi corazón
(ya alienado por tus perfiles intuidos)
será un burdo tambor desenfrenado.

Llantos quejumbrosos esculpirán
los lentos estertores de tu cuerpo
y como curvos ríos de sangre,
como hirvientes e insensatos
ríos de lava roja
fundirán las epidermis,

Y Así, clamarán
pechos contra  pecho,
muslos contra muslo,
montañas contra valles,
ventiscas contra truenos…

¡Oh demonios del deseo, de la noche  y la lujuria!

¡Nos rodearán los embriones 
fantasmagóricos de comensales depravados…!

Burdos duendes
depredadores de fluidos,
 degustadores de lamentos,
y de labios y salivas y jadeos…

¡Escaldarán con sus morados mantos
la suave carne de tu pubis!

¡Oh aromas de almizcles y de alcoholes marinos…!
¡Oh cópula invencible de fantasmas…!
¡Oh anémonas incipientes,
tentáculos antojadizos !

¡Serán tus dientes y mi carne
 la hendidura filosa,
 la birrefringente mueca de azucenas y de rosas
la derramada sangre de mis labios
sangre de tu sangre,
ríos de mi sueño,
que con su rojo fieltro supurado
en goce suplicante
envolverán nuestros perfiles,
acariciarán los lentos atavíos
de tu sombra y de mi sombra.

Ya envueltos en la orgásmica nube del éxtasis,
ni una tropa de arcángeles guardianes
o las mismísimas huestes del demonio
podrán arrancarte de mí.

Te atraparé entonces
 y con mi manto incesante de lujuria
 encadenada a mis latidos
te llevaré rumbo a la luz de mis sábanas…

                                                        ***

Despierto lentamente…
y te busco…
Un aroma a rosas invade mi habitación…
Hay pétalos y espinas,
derribados sobre mi almohada…

Hay pétalos, retazos sudorosos de tu piel,
afuera y adentro del infinito poblado
de mis sueños…

Sé que con el último pétalo a mi sueño robado,
ya reconstruida la rosa,
 al despertar,
desnuda y temblorosa,
 estarás a mi lado…



                                    Desde las catacumbas de mis sueños, Rashek.



Adjunto el audio del poema, para quien guste escucharlo: